viernes, 20 de julio de 2012

ENTREVISTA SOBRE LACTANCIA PROLONGADA

Ha sido muy grato conversar con Inés Cadena (www.mujeresencadena.es) quien amablemente me ha realizado una estrevista sobre lactancia prolongada, un tema que sin duda genera sentimientos encontrados en muchas madres lactantes. A continuación comparto el texto completo de la misma.

Lactancia prolongada y destete: luces y sombras

La lactancia prolongada, para las que tomamos está opción, es un disfrute  pero también aparecen épocas de mucha demanda, sobre todo en momentos de crisis de crecimiento, a partir del año o incluso más adelante. Hay mamas que terminan agotadas por una alta demanda nocturna... todo esto, te hace cuestionarte hasta qué punto la lactancia se debe prolongar o qué recursos podemos tener para llevarlo de una manera más adecuada. A veces te encuentras con un bebé de dos años que demanda más que uno de dos meses, estamos haciendo algo mal?
Por estas y otras muchas razones decidí hacer una entrevista a Bettina Gerbeau que lleva más de 25 años dedicados a la lactancia materna. Es IBCLC – Diploma Internacional de Consultora en Lactancia Materna.
http://www.consultadelactancia.com/lactancia.perfil-profesional.php. Personalmente, la considero una maestra de la lactancia y tengo que agradecer su labor y trabajo porque gracias a ella he podido tener una lactancia, y seguir con ella a pesar de mucha de gente...
 
¿Qué deberíamos conocer las madres para tener una lactancia prolongada satisfactoria?
Cuando una madre decide dar de mamar, inicia una aventura sin saber a dónde la va a llevar. La lactancia prolongada no se debería planificar sino vivir día a día. Cuando las circunstancias se imponen (rechazo del niño, agotamiento de la madre, desacuerdo entre los padres, dificultades con el trabajo o la salud, etc.) tal vez haya llegado el momento de destetar parcial o definitivamente.

¿Qué opinas de dormirles con la teta? ¿Hasta qué edad? ¿No les hacemos dependientes del pecho?
Dormir con el pecho no es ni bueno ni malo; es un hábito que los bebés cogen y que la madre puede mantener si lo disfruta o cortar si la situación se vuelve insoportable. Hay que aceptar que los bebés necesitan mamar varias veces durante la noche pero también podemos admitir que no es indispensable que lo haga un niño de más de un año. Se trata de explorar otras maneras de acompañar el sueño de nuestro hijo sin que el pecho sea el único método para dormir.

¿Cuándo podemos empezar a poner límites a las tomas de leche? ¿Son convenientes? ¿A partir de qué edad?
Al principio, los bebés necesitan mucha leche y mamar es prácticamente su único consuelo, pero poco a poco los padres pueden enseñar a su hijo que hay otras formas de estar a gusto (contacto piel con piel, porteo, masajes, paseos, nanas, etc.). Cuando el bebé tiene más de 6 meses, le puede entretener una música, un juguete, la presencia de un familiar, gatear, y no tener que mamar a todas horas porque está aburrido o porque ha asociado “si quiero que me presten atención, reclamo teta”.
Es tarea de los padres guiar a su hijo hacía un espectro más amplio de recursos para disfrutar de la vida adaptándose a su edad y carácter. La lactancia sigue siendo muy importante y puede ser todavía a demanda pero los padres podrían preguntarse ¿qué demanda realmente mi hijo, pecho o brazos, pecho o entretenimiento, pecho o consuelo? Si bien es verdad que el pecho cubre todas necesidades de brazos, consuelo o diversión del bebé, también es verdad que para un niño pequeño no debería ser la única manera de sentirse a gusto. Esta falta de recursos o esta dependencia del pecho la fomenten los padres que ven en ello la solución rápida a todos los males y los niños crecen sin conocer otras alternativas y exigen teta a todas horas y en todas partes, lo que puede resultar incómodo cuando no agotador.

En caso, de una mamá que no descansa, que lleva tiempo durmiendo mal, ¿qué aconsejarías? ¿Cuando el bebé tiene más de dos años, merece la pena amamantar si estás sufriendo y no duermes?
Es muy difícil poner fecha o edad a esta respuesta porque hay niños pequeños que van a aceptar casi a la primera una restricción de las tomas nocturnas y otros que van a montar un escándalo tremendo. Los bebés se dejan porque son más dóciles y tienen menos recursos: lloran hasta quedar dormidos por agotamiento (en esto, se basan algunos métodos para enseñarles a dormir) pero no es el momento adecuado para limitar las tomas. Los niños que rondan el año, están en una fase especial de su desarrollo y de noche siguen con la necesitad de mamar para obtener la seguridad indispensable a su adaptación en esta etapa tan excitante y perturbadora (empezar a hablar, manipular todos los objetos a su alcance, la autonomía que da el andar para explorar el mundo que les rodea y una mayor comprensión del mismo). Pasado los dos años, los niños tienen más recursos para aceptar que la toma nocturna puede limitarse o desaparecer si se emplea con ellos una actitud cariñosa y si se les permite mamar de día.
Cuando los intereses de la madre (necesito dormir) no coinciden con el comportamiento del niño (pido pecho toda la noche), ello indica que ha llegado el momento de reflexionar sobre la lactancia, la crianza, lo que una puede soportar y los sentimientos asociados a esta situación. Las madres que han dado el pecho a demanda hasta ahora se suelen sentir culpables por negar el pecho, por querer destetar, por no disfrutar de su hijo, por estar agotadas, por haber llegado hasta aquí, por imitar a las que siguen, por envidiar a las que lo han dejado, etc. En realidad están atrapadas entre la idealización de la lactancia y la realidad que puede ser muy dura.

¿Qué pasos se pueden tomar para ir haciendo un destete adecuado, razonable?
Los pasos deben darse un poco antes del año. Si el bebé hace un número razonable de tomas, puede aprender a consolarse y dormir con su papá o con su mamá pero sin mamar, el chupete puede también resultar útil si no hay problemas de lactancia. Poco a poco, el niño puede aceptar volverse a dormir sin pecho pero haciendo colecho, luego en otra cama pegadita a la de sus padres y por fin en su habitación. El camino a recorrer será razonablemente de 3 a 4 años. Es como jalonar un camino que cada familia sigue a la velocidad de sus posibilidades y circunstancias.

¿Existe el destete natural y a qué edad se produciría?
¡Claro que existe el destete natural! Pero ¿a qué edad? Es imposible contestar; los seres humanos somos tan distintos unos de otros… Según los estudios antropológicos: de 4 a 7 años. Pero ¡ojo! dar de mamar a un chico de 7 años sólo ocurre si la madre se deja, el padre está de acuerdo y el niño lo vive como algo normal; por otra parte podría ser una lactancia de una sola toma diaria –como un beso de buenas noches-.
El destete sin hacer nada, no existe. Si la madre no niega tomas, las circunstancias de la vida lo hacen por ella: a esta edad los niños suelen estar escolarizados o las madres trabajando.

¿Utilizar biberones o chupetes cuando se desteta es aconsejable? ¿Supone crear otra dependencia?
Si no se dan chupetes ni biberones a un niño menor de un año (y seguramente antes), es muy poco probable que los acepte y personalmente no veo por qué habría que obligarle a sustituir el pecho por tetinas que habrá de dejar tarde o temprano. Un niño puede no tener que chupar de noche y prescindir del chupete al satisfacer sus necesidades de succión de día con las tomas que aún obtiene o chupando otras cosas como un juguete, un trapito o sus dedos. Y a cualquier edad, un bebé puede aprender a beber en vaso. El problema de la dependencia es que los padres quieren controlar la situación: si se deja de dar el pecho y se pasa al biberón ¿por qué quitárselo después? Si un niño está apegado a su chupete o biberón ¡déjaselo! él mismo lo abandonará cuando la necesidad de su uso desaparezca porque no se suelen ver niños grandes beber con biberón o tener chupete; es una etapa que superará algún día -aunque por lógica nos podríamos ir a los 7 años de los antropólogos :-) -los padres dicen: “prefiero que tenga chupete porque luego se lo puedo quitar” y me parece poco respetuoso con un niño que algo tan importante como esto no lo pueda decidir él mismo.

En conclusión: Podría decir que el destete nocturno o definitivo es una de las consultas recurrentes que suelo atender y que sólo se puede enfocar adecuadamente desde el diálogo con la familia. No existe UN modelo de destete sino estilos de destete adaptados a cada uno. Procuro que el destete se realice de modo progresivo y con las compensaciones suficientes para que el principal interesado lo acepte sin sufrir. No pongo fecha ni edad al destete, ayudo a las madres a aceptar su razón y su momento para ello, la vida y la crianza siguen su curso bajo otras formas. Es importante hacer un buen destete porque la lactancia es una historia de amor que no debería acabar mal.

Bettina Gerbeau.
16 de julio de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradecemos tus comentarios o sugerencias.